Esta semana nueva entrega senderista de Raúl Lapeña, nuestro corresponsal de montaña. Esta vez nos lleva a conocer un hayedo. Los hayedos en esta época del año son, sin duda, los reyes de los bosques.
Esperamos que os guste tanto como a nosotros!
El prepirineo oscense no deja de sorprendernos, las sierras exteriores son fantásticos balcones para disfrutar en la distancia de los grandes colosos pirenaicos. Guara, Montsec, Santo Domingo o Gratal son algunas de las pequeñas sierras, que rompen la monotonía del llano, en una transición hacia las alturas. Pero ahí no se quedan los atractivos, atesoran bellos rincones, como el que vamos a recorrer hoy, el hayedo más meridional de la provincia de Huesca, toda una joya botánica, ¡disfrútenla!
Cerquita de La Borda de Pastores, a unos 30 kms al sur dirección Huesca, se sitúa el bello Embalse de Arguis, enmarcado entre las sierras de Bonés, Gratal y las estribaciones de la sierra de Guara. Dejamos la N-330 que se dirige a Huesca, y nos desviamos hacia Arguis, y continuamos por la vieja carretera del Monrepós. En una gran curva tomamos el desvío a Bentué de Rasal, carretera de gran belleza que une los valles del Isuela y del Garona. Atención porque un cartelito nos desviará hacia el inicio de la ruta, unos 2 kilómetros después.
Dejaremos el coche, en un pequeño parking habilitado, y comenzamos la ascensión por un terreno cómodo y bien balizado. Primeros pasos por un ancho camino, hasta dar con un desvío, que a través de una trocha maderera, se interna de manera decidida en el frondoso pinar. Duras pendientes que nos harán sufrir durante unos cuatrocientos metros, pero el esfuerzo merece la pena, ya que ganaremos un collado donde las vistas nos recompensarán.
Tras el breve descanso, la pendiente se modera, las hayas comienzan a aparecer, hasta ganar terreno al pinar. De visitarlo en la plenitud del otoño, la vista es extraordinaria, matices ocres y anaranjados, ya con los fríos del invierno, la caída de las hojas tapizará el suelo de una bonita alfombra. Y con la primavera, el reverdecer de las copas, traerá efectos nuevos al bosque.
Embriagados por la explosión de matices, continuamos el ascenso hacia el evidente pico Peiró, donde con vistazo rápido veremos grandes picos como el Perdido, la Collarada, o el Telera, colofón a una corta pero gratificante ruta. Hoy sin embargo el horizonte se sume en un mar de nubes que nos impedirán disfrutar del panorama en plenitud.
Muchas gracias Raúl por tu colaboración.
Cálzate tus botas y ven a conocer el entorno que rodea a La Borda de Pastores.